
No recordarán los regalos. Recordarán los momentos.
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Criar a nuestr@s peques no significa que siempre tengamos que hacer cosas grandiosas. Vivimos en una época donde las redes sociales nos bombardean con imágenes de grandes viajes, fiestas extravagantes y momentos aparentemente perfectos, como esas vacaciones en Disney o los días de playa. Y está genial si te gusta y puedes hacerlo, pero… ¿realmente son esos los recuerdos que más marcarán a tus hij@s?
Pensemos por un momento. Si bien los regalos materiales pueden ser emocionantes, lo que nuestr@s peques realmente van a recordar son los momentos pequeños y sencillos, esos que a veces no capta ni la cámara. Las tardes horneando galletas, cantando junt@s canciones, jugando al lado de la alfombra, o incluso, un paseo por el súper.
La clave está en estar presentes. No solo en esos “grandes momentos”, sino en los cotidianos, en los que compartimos sin prisa, sin presión. Eso es lo que realmente crea vínculos profundos y memorias que permanecen.
He leído en varios sitios una frase que creo que no podría resumirlo mejor: “La mejor actividad a la que podemos apuntar a nuestr@s peques es a tener tiempo de calidad con nosotr@s”. Y es que, cuando la persona adulta está presente, sin distracciones, se construye un vínculo único.
Por eso, si alguna vez te sientes abrumad@ por la idea de hacer algo grandioso, recuerda que los momentos más sencillos son los que más cuentan. Estar allí, simplemente, presente, con tus peques, es lo que de verdad les dejará huella.