Hace unos días tuve la oportunidad de ser entrevistada en la radio sobre Petit Folks. El programa se emitió un domingo por la mañana mientras estábamos en casa. Mis peques no podían creer que mamá estuviera hablando en la radio sobre algo que conocen tan bien.
Además de la preciosa entrevista, hay algo más que me emocionó. Y fue ver cómo reaccionaron cada vez que sonaba una canción de Petit Folks durante la entrevista. ¡Se ponían a bailar como locos! Saltando y moviéndose por toda la casa. Aunque están acostumbrados a bailar mientras jugamos, esa espontaneidad al escuchar la música de una fuente externa me hizo recordar por qué creé este proyecto. La música tiene ese poder mágico de unirnos y de hacernos disfrutar en familia.
En la entrevista, hablé de cómo nació Petit Folks, de la chispa que me llevó a reinventar el cancionero infantil tradicional y de la ilusión con la que he creado cada uno de los recursos que lo acompañan: las canciones, las ilustraciones, las actividades… todo pensado para que podáis disfrutar de momentos de juego, música y complicidad con vuestros peques.
Una de las cosas más bonitas de la música infantil es que no solo entretiene, sino que también tiene un impacto profundo en el desarrollo de nuestras hijas y nuestros hijos. A través de las canciones, pueden mejorar su lenguaje, fortalecer su psicomotricidad, aprender a gestionar sus emociones y, sobre todo, crear esos vínculos afectivos tan importantes. Esto es precisamente lo que intento transmitir con Petit Folks: que la música es la llave que abre momentos mágicos, ya sea en casa o en el aula.
Si te apetece conocer un poquito más sobre el proyecto, su origen y las personas maravillosas que hay detrás de la música, te invito a escuchar la entrevista completa que me hizo Ester Plana para el programa Set de Sons de Catalunya Música aquí.
JUSTO DEBAJO DE ESTAS LÍNEAS PUEDES LEER LA TRANSCRIPCIÓN DE LA ENTREVISTA AL ESPAÑOL.
Entenderás porque, para mí, Petit Folks es mucho más que canciones y aprendizaje: es una forma de crear recuerdos y experiencias inolvidables con nuestros peques.
TRANSCRIPCIÓN ENTREVISTA:
E.P. Hoy conoceremos un juego en el que las canciones tradicionales son la base y la inspiración para compartir en familia horas y horas de descubrimientos, imaginación, vínculos, aprendizajes y muchas cosas más. Lleva por título Petit Folks y nos lo presentará su creadora, Marta Bellavista.
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Off. Juega y comparte la música. Set de Sons. Con Ester Plana.
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E.P. Tener un hijo te cambia la vida de muchas maneras. Algunas cosas las puedes prever. Sabes que cambiarás pañales, por ejemplo, o que velarás el sueño de tu hijo por la noche.
Pero lo que nunca te imaginas es el poder transformador que tiene el hecho de ser madre o padre. A nuestra invitada de hoy, la maternidad la llevó incluso a cambiar de trabajo y a convertirse en emprendedora. Y todo surgió jugando con su hija. Marta Bellavista, bienvenida al Set de Sons.
M.B. Hola, Esther. Gracias.
E.P. ¿Te esperabas que la maternidad te cambiaría tanto la vida?
M.B. No, la verdad es que no. De hecho, no era de esas personas que quería ser madre a toda costa, ni mucho menos. Así que creo que la maternidad, incluso cuando la deseas muchísimo, te toma por sorpresa.
E.P. Y entonces haces lo que puedes.
M.B. Exacto, sí. Al principio haces lo que puedes y, al final, sales adelante. Pero cambia muchas cosas. Cambia la manera de ver el mundo, cambia cómo eres y también te aporta muchas cosas nuevas, muchas perspectivas que probablemente no tendrías sin ser madre o padre.
E.P. Vamos por partes y expliquemos un poco de dónde viene todo esto.
E.P. Antes de tener a tu primera hija trabajabas en el ámbito del marketing, de la publicidad, en proyectos tecnológicos también. Y un buen día, de la necesidad de compartir tiempo de juego con tu hija, surgió una idea.
M.B. Sí. Mi hija, aparte de ser una niña que empezó muy pronto a hablar, a incorporar palabras, vocabulario, es una niña a la que le encanta cantar, que le gustan muchísimo las canciones. Así que venía de la guardería cantando muchas canciones que yo no reconocía o, como al final estamos hablando de una niña que tenía poco más de un año, no podía comunicarme cuáles canciones habían trabajado en la guardería, y no siempre lograba representarlas a la perfección para que yo entendiera cuáles eran. Incluso más adelante, cuando empezó lo que ahora sería P1.
E.P. Cuando tenía un año, digamos.
M.B. Sí, cuando empezó P1, empezó a aprender inglés en la guardería. Entonces también venía a casa cantando canciones en inglés. Y de alguna manera yo quería dar continuidad a ese aprendizaje en casa. Así que estuve buscando herramientas que me permitieran esto, encontrar algún tipo de juego que le ofreciera las canciones tradicionales infantiles.
M.B. Al final, las canciones tradicionales infantiles se usan mucho en guarderías y en el segundo ciclo de infantil, en las escuelas primarias, para trabajar todo el tema del habla, psicomotricidad, vínculo afectivo, emociones, socialización, etc.
M.B. No conseguí encontrar una herramienta que diera respuesta a esto en casa o que de alguna manera estandarizara esto.
E.P. Todo te llevaba a las pantallas, ¿verdad?
M.B. Todo me llevaba a las pantallas, exacto. Al final, el recurso fácil y que todos tenemos a mano es abrir el móvil y buscar un video.
E.P. Claro.
M.B. Pero justamente estamos hablando de una edad en la que no se recomienda usar pantallas. Así que, a raíz de eso, le di muchas vueltas hasta que decidí hacer unas tarjetas muy sencillas, con un dibujo en un lado y la letra de la canción en el otro, las plastifiqué y las puse dentro de una caja.
M.B. Y me sorprendió el éxito que tuvo en casa. Estamos hablando de una niña que tenía menos... no llegaba al año y medio, y que llegaba a casa y cada tarde quería esparcir todas las tarjetas en el suelo. Me las daba... Empezó a reconocer cada una de las canciones, decidía ella qué canciones cantaba. Incluso mi madre venía y me decía: “Oye, siempre quiere jugar a esto”.
E.P. ¡Éxito total!
M.B. Éxito total. El dibujo le permitía identificar la canción y decirme “quiero jugar con esta canción”.
E.P. Claro, y que tú se la cantaras.
M.B. La letra permite al adulto leer la canción, cantarla, pero muchas veces no conoces esa canción. Aunque hablamos de canciones tradicionales infantiles en nuestro idioma, no todas las conocemos. Además, es algo que cada vez se está perdiendo más.
M.B. Entonces, faltaba ese componente musical que acompañara el juego y tratando de evitar que fuera algo que implicara una pantalla, un móvil.
M.B. Así que, mi hija siguió jugando y, luego, en ese proceso llegó mi segundo hijo y yo le daba muchas vueltas porque veía que tenía un potencial muy grande. Y con el tiempo, y supongo que con mi espíritu emprendedor, empecé a pensar en cómo evolucionar esa caja tan sencilla en un recurso, en un producto que pudiera llevar esta idea tanto a escuelas como a familias.
E.P. ¿Cómo elegiste las primeras canciones? ¿Eran las que cantaba tu hija cuando venía de la guardería o...?
M.B. La selección de canciones de Petit Folks fue el proceso más largo, yo creo, de todo esto, antes de lanzar el juego.
M.B. Porque, al final, siempre he tenido muy claro que quería que el juego estuviera disponible en catalán, castellano e inglés. Al final, son los idiomas que me son cercanos, y mi hija, en este caso, había vivido el aprendizaje en catalán y la incorporación del inglés desde la guardería. Y quería que estuvieran los tres idiomas.
M.B. Entonces, hacer esta selección me obligaba o me llevaba a revisar todas las canciones tradicionales infantiles en los tres idiomas. Estamos hablando de cientos de canciones.
E.P. Ya.
M.B. Entonces, siempre he tenido claro que si Petit Folks acababa siendo un producto en el mercado, debía tener valores. Así que, para mí, las canciones tradicionales infantiles de Petit Folks han pasado por un filtro, intentando evitar estereotipos de género, que en las canciones tradicionales infantiles hay muchos, intentando evitar violencia, evitando cualquier pensamiento político o religioso, o sea, al final, que fueran lo más neutras posible. Aunque son canciones que vienen de la tradición oral y de un momento histórico en el que muchas tienen un trasfondo poco infantil. Entonces, dejando de lado el trasfondo, que está ahí, pero la canción no lo transmite, lo que hice fue clasificar todas las canciones, pasando por un proceso de revisión histórica de todas las canciones infantiles de los tres idiomas.
M.B. Cuando tuve más o menos ese mapa de canciones, intenté clasificarlas. De ahí viene que Petit Folks tenga la caja de Mundo Animal, donde todas las canciones son de animales, y la caja de Jugar y Moverse, donde todas trabajan el tema de movimiento, conciencia corporal, psicomotricidad, etc.
M.B. Pero la idea es que en el futuro haya cuatro cajas más.
E.P. ¿Por qué empezaste por animales y jugar y moverse? Quizás porque son las más abundantes o...?
M.B. El juego está pensado para el rango de 1 a 6 años, para esta primera infancia. Entonces, los animales, sobre todo en los primeros años de este rango, les fascinan. Así que muchas canciones tradicionales infantiles tienen animales y, al final, para mí era empezar con estos compañeros de viaje. Empezar creando estos personajes que se ven en las ilustraciones y que se repiten en las diferentes cajas. Y la de Mundo Animal me permitía adentrarme en este mundo visual, en el que luego en otras cajas se incorporarán más personajes, pero tienes una base inicial de estos...
E.P. Se mantienen, ¿verdad?
M.B. Al final, Petit Folks no deja... Petit habla de esta infancia y Folks habla de la música tradicional, pero también de la amistad. Y para mí esa idea de Folks son esos compañeros de viaje que acompañan a los niños en ese aprendizaje de los 1 a los 6 años a través de la música y las canciones.
E.P. Expliquemos un poco cómo son estas cajas.
M.B. Son unas cajas de madera.
E.P. Creo que eso también es importante. Lo tienes muy en cuenta al elaborarlo. Son cajas de madera. En cada caja hay también unas tarjetas de madera. Por un lado está el dibujo, en el otro lado está la canción tradicional, y creo que todos los dibujos llegan a formar incluso un rompecabezas, que está muy bien porque permite muchos tipos de juego, la caja.
M.B. El juego es de madera por lo que comentaba de los valores. Para mí es importante... No todos los juegos pueden ser de madera, evidentemente, pero la madera tiene una sensibilidad, tiene una presencia, tiene un peso, creo que va muy bien y es un elemento de los niños.
Para mí era importante que fuera de madera y que fuera de madera producida localmente. Al final, si tienes unos valores de sostenibilidad, no puedes irte al otro lado del mundo a producir.
M.B. Entonces, las cajas son de madera, hay una tapa de madera que no se puede quitar para evitar que las tapas se pierdan y que al final invita al descubrimiento, invita a que los niños abran esta caja.
E.P. ¿Qué hay dentro?
M.B. Y dentro, después, hay 16 tarjetas de madera ilustradas. Cada ilustración representa la canción de esa tarjeta y en el otro lado está el título y la letra para que el adulto pueda leerla, cantarla.
M.B. Incluso podríamos llegar a pensar que más hacia la franja de los 6 años pueden iniciarse en la lectura. El título está en mayúsculas y la letra está en letra ligada.
M.B. El juego está recomendado de 1 a 6 años. Entre el año y el año y medio lo que hacen con este juego es abrir, cerrar la tapa, meter y sacar tarjetas. Y les encanta. Por la textura, por la sonoridad, por todo eso que comentábamos antes de la madera. Y aquí es cuando poco a poco el niño se da cuenta de que si te da una tarjeta tú le cantas. Y empieza a relacionar. O que cuando él o ella abre la caja tú tomas una tarjeta y la cantas. Y de repente se da cuenta de que hay una conexión. Se crea esa conexión mágica en la que sabe que si te da una tarjeta o abre la caja, si le cantas para él o para ella, le cantarás, le mirarás, le mimarás y tendréis un momento de vínculo único.
E.P. Qué importante esto, porque a veces todos tenemos lo que tenemos y nos cuesta un poco encontrar esos momentos para jugar con nuestros niños con calidad. Estar presentes. Y claro, gracias a Petit Folks estás presente y el niño se da cuenta.
M.B. Sí, estás presente. También debo decir que a veces me dicen: pero es que tienes que jugar mucho rato.
M.B. Entiendo que no tenemos el tiempo y a veces tampoco tenemos la energía para dedicarnos a jugar cada tarde durante media hora, durante una hora. Petit Folks te permite tanto sentarte en el suelo, empezar a sacar tarjetas, cantarlas todas, reproducir la música, montar el rompecabezas del que hablabas antes. Te permite eso, pero también te permite incorporarlo en rutinas diarias.
M.B. Yo, por ejemplo, ahora ya no porque lo cambio de pie, pero mi hijo, cuando lo cambiaba aún en el cambiador, es un niño muy inquieto, muy nervioso. Y lo que me permite es darle una tarjeta y el solo dibujo ya hace que tenga la atención, que se concentre en el dibujo y entonces le canto. Y al cantarle él empieza a cantarme, a responderme, a decirme cosas cuando iba a cambiarlo.
M.B. Vamos con una canción. Le daba una tarjeta: esta no, esta no, y lo miraba como “vaya”. Y quizás había tres días que cantábamos la misma 20 veces y otros que las cantábamos todas.
E.P. No había manera, claro.
M.B. Pues entre la vuelta del colegio y la cena, esos momentos en los que a veces vuelven del colegio nerviosos porque han perdido ese vínculo, porque quizá les ha pasado algo que no saben expresar. Entonces el hecho de sentarse es algo que al final los calma y que también agradecen muchísimo.
E.P. No sé si recomiendas alguna para empezar o es indiferente.
M.B. El juego está pensado como un juego evolutivo porque los niños jugarán de una manera o de otra y elegirán una canción u otra según su momento madurativo e incluso la forma en que usan las tarjetas de este rompecabezas que pueden llegar a formar las dieciséis tarjetas, realmente es un rompecabezas que hasta los tres o cuatro años no pueden empezar a montar si tú no los ayudas.
M.B. Yo, por ejemplo, las canto, las canciones para que sepan cuál va y así.
M.B. Entonces está planteado como un juego evolutivo. Realmente no hay una caja para un momento o para otro.
M.B. Aunque es cierto que la caja "Mundo animal" podríamos decir que es más tranquila. Más tranquila en el sentido de que son canciones que quizá no tienen tanto baile, tanto movimiento como la caja "jugar y moverse", que está más pensada para ese momento de conciencia corporal. Esto no significa que una o la otra sea para una edad u otra, pero a veces si alguien me dice "vaya, mi hijo tiene un año", tal vez empezar con la de "Mundo animal".
M.B. "Jugar y moverse", claro al final hay mucho más movimiento también es cierto que en "jugar y moverse" hay juegos de falda que puedes hacer con un niño de un año pero también con un niño de 4. Hay juegos de manos.
M.B. Entonces el tipo de canciones cubre toda esta franja de edad.
E.P. Tú, que digamos lo has experimentado en tu propia piel, ¿cuáles son los beneficios que valoras más de Petit Folks? Porque claro, has visto muchos, ya hemos dicho unos cuantos.
M.B. Yo diría que lo que tal vez me movió más a mí al principio: el habla, el lenguaje. Al final, incorporar nuevo vocabulario, estructuras más complejas, la pronunciación, la entonación. Para mí es el primer beneficio. Y puede ser en la lengua propia o para incorporar una segunda lengua.
M.B. Es como que fui aprendiendo - porque al final Petit Folks tiene mucha investigación. No soy pedagoga, no soy músico... entonces he tenido que hacer mucha investigación a nivel de beneficios de las canciones, de la música, en la infancia, etc.
M.B. Entonces, más allá del habla y de este aspecto más cognitivo es un juego que va muy bien para trabajar toda la parte más psicomotriz, toda la parte de movimiento, coordinación, equilibrio...
M.B. También toda la parte de vínculo afectivo, de trabajo de las emociones... porque hay algunas canciones, pero también en general, al final la música, el contacto físico, que te miren, que te mimen... al final está creando niños que tendrán una mejor autoestima, más seguridad, bienestar emocional.
M.B. Y luego está toda la rama de socialización también cuando se trabaja en grupo, sobre todo en las aulas, te permite crear muchas dinámicas entre los diferentes niños y al final la música nos pone a todos al mismo nivel y nos permite participar a todos de la misma manera.
M.B. Y finalmente toda la parte de creatividad y originalidad.
M.B. Una anécdota: mi hijo, por ejemplo, le gusta mucho la canción de “Ipui ia!”, que en el caso de Petit Folks la hemos adaptado para que todas las estrofas hablen de medios de transporte y sus onomatopeyas. Pues fíjate que ahora tiene poco más de dos años y ha decidido cambiar una estrofa: “si tú vas en velero”. Supongo que es porque venimos de pasar unos días en la playa. Nunca ha ido en velero, mi hijo.
E.P. Y lo ha visto pasar.
M.B. Exacto, “si tú vas en velero”. Y bueno, son cosas que de repente te das cuenta de que no solo sabe decirlo, sino que ha entendido el significado de la canción, sabe que en esta canción puedes ir en bici, puedes ir en coche… Y él ha decidido, de una experiencia propia de ver pasar un velero, porque nunca ha subido en uno, ha decidido crear una nueva estrofa de una canción. “Si tú vas en velero”, y se ha inventado un sonido... en el que no todos estamos de acuerdo. Así que, de alguna forma, tenemos que crear uno distinto.
M.B. Pero eso... le ayuda a la comprensión y también a la creatividad, a esa originalidad.
E.P. Te has adelantado un paso más. Hablamos de las cajas; las cajas están asociadas a una app, que también nos puede ayudar muchísimo a la hora de jugar con nuestros hijos. Cuéntame un poco qué hay en esa app, porque creo que es ahí donde podemos escuchar las versiones que habéis hecho.
M.B. La app de Petit Folks para mí es imprescindible. Primero, porque no todos conocemos todas las canciones. Así que era imprescindible que la madre, el padre, la abuela, el abuelo, quien quisiera jugar con el niño tuviera un recurso donde poder reproducir esta música. Para que puedan saber cómo es una canción y luego, también, porque a veces puedes cantar la canción o puedes escucharla. Al final, escuchar también es una parte importante del aprendizaje: saber parar, poner atención, escuchar algo.
M.B. Así que, primero de todo, es el espacio donde está la música. La música que yo tenía muy claro que debía alinearse con los valores de Petit Folks.
M.B. En la app hay 96 canciones. Porque hablamos de dos cajas en catalán, dos en español y dos en inglés, cada una con 16 tarjetas.
M.B. Entonces en la app están las 96 canciones que hemos producido para el juego. Hay 96 canciones en total, y la app es de acceso gratuito. Hay un espacio de radio donde se pueden escuchar todas de forma aleatoria y gratuita.
M.B. Dentro de este espacio privado, además de la música, donde puedes seleccionar la canción que quieres, también hay una parte histórica o de contexto de cada canción (cuando hay contexto, porque no siempre hay información sobre todas las canciones). También hay ideas de actividades para jugar, para trabajar todos estos aprendizajes diferentes, y luego hay un espacio con materiales y recursos: marionetas para recortar, marionetas de dedo, dibujos para colorear, personajes para pintar... con la idea de reforzar este aprendizaje.
M.B. Al final, si se quiere trabajar a través de la canción del león, el medio en el que viven los leones, puedes recortar el león, enseñar el león...
M.B. Por ejemplo, la canción de “Tenía un gallo”: lo que te permitiría esta canción es tener los diferentes animales y, con un grupo de varios niños, cada uno puede tener un animal. Crear dinámicas que trabajen la comprensión, la atención, toda esta parte también más de habla.
E.P. Estamos hablando de aprendizaje del habla, de jugar, pero es una muy buena forma de acercar a los niños a la música, y es la forma más natural. Cantarlo primero con nuestra propia voz, desde el vínculo emocional, y luego ir abriéndose. Transmiten mucha alegría y creo que habéis querido arreglarlas como neo-folk, pero con arreglos muy modernos.
M.B. De hecho, siempre digo que con la música creo que estoy en las mejores manos. Decimos que es un estilo indie neo-folk, pero en realidad, quien escucha todas las canciones verá que incorpora muchos estilos diferentes. Al final, se trata de trabajar la música desde esta calidad pero, a la vez, intentar que los niños adquieran una apreciación musical con diferentes instrumentos y estilos. Así, te puedes encontrar desde canciones más electrónicas, canciones más rock, más pop, o incluso algunas, el “Joan Petit” -siempre pongo este ejemplo, creo que debería cambiarlo- el “Joan Petit” tiene un toque más reggaetonero.
M.B. Al final, se trata de transmitir a los niños ese gusto por la música, ese disfrute de la música. Y esto, este lujo musical de Petit Folks, es gracias a los músicos detrás de Petit Folks, que son Violeta Tello Grau y Víctor Valiente Hernández. Ambos son músicos excelentes. Violeta es maestra de sensibilización musical, además de ser cantante y músico, y Víctor es multiinstrumentista, productor, ha tocado con grandes grupos de la escena musical española... Creo que ellos tienen toda la experiencia para aportar esta versatilidad, esta paleta de colores que tienen las canciones de Petit Folks.
E.P. Hablamos de esto, dirigido a las familias, pero claro, esto es un recurso fantástico para las guarderías, para las escuelas de infantil. ¿Sabes de alguna escuela que ya lo esté aplicando?
M.B. Sí, de hecho, parte de mi público, digamos mis clientes, son escuelas. Creo que, en el caso de las escuelas, este juego les facilita mucho su trabajo. Les resulta más fácil porque las escuelas ya trabajan con canciones infantiles tradicionales. Ya lo hacen, y es parte del programa o del método que usan tanto en guarderías como en el segundo ciclo de infantil.
M.B. Entonces, esto es una herramienta que les facilita el trabajo, ya que agrupa todo: tienes el juego que atrae a los pequeños, tienes las ilustraciones, tienes todo el material de la app, tienes la música.
M.B. A veces pasa que una escuela, si quisiera poner una canción, debe recurrir a YouTube. Y YouTube es visual, y tiene anuncios. Aquí lo tienes todo a la vez, y cada escuela puede decidir cómo profundizar en la forma de jugar.
M.B. Hay escuelas que han creado dinámicas a partir del juego, otras lo tienen más libre, lo tienen allí colocado y los niños pueden acceder cuando quieren. Otras escuelas lo incorporan en momentos de transición: antes de ir al patio o para crear alguna rutina específica.
M.B. Y también hay escuelas que lo usan para el inglés. Al final, sobre todo en el caso de las guarderías, cuando trabajas con el inglés, no buscas que hablen en inglés. Al final, si un niño no tiene una inmersión en el idioma, es muy difícil que lo hable. Lo que buscas es que lo reconozcan, que aprendan su sonoridad, su entonación, y sí que algunas palabras sabrán y reconocerán. Pero lo que buscas sobre todo es empezar a crear este hábito, que más adelante, estará bien que se haya cultivado.
E.P. Y para que no te pase lo que te pasaba a ti con tu primera hija, que iba a la guardería y volvía a casa cantando canciones que tú no conocías... Después, los padres que están relacionados con estas escuelas que tienen Petit Folks, parece que pueden acceder a las músicas, ¿no?
M.B. Sí. En principio, el juego y la app son una cosa que van juntas, que no se pueden separar. Pero sí ofrecemos a las escuelas que lo deseen que los padres puedan comprar solo el acceso a la app. Entiendo que no todas las familias quieren o pueden permitírselo, pero sí que, al final, la app tiene un precio mucho más reducido.
M.B. Entonces, si tu escuela trabaja con este material, pues, de alguna manera, te damos acceso a la parte... bueno, a la parte de la música, de las canciones, donde también encontrarás el resto de recursos.
E.P. Claro, y que luego en casa se repite muchas veces. Para terminar, ¿tu hija, cuántos años tiene ahora?
M.B. Cuatro.
E.P. ¿Sigue jugando con Petit Folks?
M.B. Sí.
E.P. ¿Cada día?
M.B. Casi. La verdad es que alguna vez que he hablado de Petit Folks, me dicen: “Ah, pero tus hijos deben jugar mucho porque lo has hecho tú”. Ellos no lo saben. Hasta hace poco no sabían qué era Petit Folks, nunca les he dicho qué es Petit Folks. Nunca les había explicado que lo había hecho yo. Para ellos siempre ha sido un juego que está en casa, no un juego que hizo mamá. De hecho, aún no lo entienden porque no he querido contárselo todo. Lo que pasa es que me ven moviendo cajas de aquí para allá...
E.P. Y se preguntarán, ¿por qué mamá lleva tantos juegos?
M.B. Y escuchan a amigos que hablan del tema y tal. Así que, de oír conversaciones, mi hija, que tiene cuatro años, empieza a entender que tengo algo que ver.
M.B. Y ellos nunca han sabido que esto era algo hecho por mí. Y aún así, es algo con lo que juegan muchísimo. Y hay días que lo buscan ellos y días que recurro yo. Hay momentos de inquietud, de nervios, de esas tardes en las que todo va un poco…
M.B. Del revés, sí.
M.B. Que todo está como muy revuelto, como muy alborotado. Por ejemplo, lo uso mucho en ese momento de "va, nos sentamos y cantamos una canción." Y a veces es una o dos, como te comentaba antes. Ya no es necesario estar media hora o una hora entera jugando. Entonces, seguimos usándolo.
M.B. Me hacen de todo. Me los he encontrado subidos sobre las cajas, los he encontrado con todas las tarjetas formando una línea hasta el final de la casa. Al final, lo importante también es que puedan jugar de forma libre.
E.P. Totalmente.
M.B. Como quieran. Y depende de cada momento. Y no siempre tienen que cantar si no quieren cantar. El juego tiene esta textura, tiene este tipo de materiales que, si quieren jugar de otra manera, aprenderán de otra manera.
E.P. Claro que sí. Pues hemos conocido esta herramienta fantástica para introducir la música, para introducir el aprendizaje del habla, pero también para fomentar la imaginación, fomentar el vínculo, para la motricidad fina, para la motricidad gruesa; en fin, beneficios tiene muchísimos. Y seguro que todos los niños y todas las familias le sacarán mucho partido.
E.P. Muchísimas gracias, Marta, por venir a contarnos todo lo referente a Petit Folks, y esperamos que salgan más cajas, en más idiomas, y que esto siga creciendo.
M.B. Gracias a ti.