Los juguetes de madera tienen algo especial. No hacen ruido, no tienen luces que distraigan, pero tus peques los notan desde el primer momento. ¿Sabes por qué? Al eliminar las distracciones, les permiten concentrarse plenamente en el juego, explorar su entorno y conectarse con lo esencial.
El tacto, el peso, el olor… ¡es toda una experiencia sensorial para ellos! Estos detalles estimulan sus sentidos y despiertan su curiosidad. Además, su solidez y peso les ayudan a desarrollar la motricidad fina desde bebés, haciéndoles más conscientes de su propio cuerpo mientras juegan.
La madera invita a la creatividad: sin pilas, sin instrucciones, solo ellos y su imaginación. Jugar de forma abierta y libre les permite explorar un mundo lleno de posibilidades.
Y, por supuesto, los juguetes de madera son más sostenibles y duraderos, transmitiendo valores mientras les brindas horas de juego.
Por eso, en Petit Folks nos aseguramos de que la música esté fuera de las cajas y tarjetas, evitando materiales artificiales para que el juego siga siendo lo más natural posible.
¿Te atreves a probar alguna de nuestras cajas con canciones?
No te extrañes si golpean las tarjetas, las tiran o utilizan la caja como un tambor. Al fin y al cabo, están experimentando con esta sensorialidad.
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