En casa siempre vamos andando al colegio, y ahora hacemos lo mismo para ir al campamento de verano. Es una rutina preciosa que permite conectar, que les aporta independencia y, al ir más despacio, también da un tiempo de calidad.
Pero hay días que parece que damos un paso adelante y dos atrás. Entonces es cuando me pongo a cantar alguna canción. ¡Les encanta! Además, no solo aporta más diversión y vínculo a la rutina de ir al colegio, también ayuda a llegar antes.
Piensa en una canción que tenga ritmo, que hable de hacer una fila, de cogerse las manos, de algún tipo de movimiento… y si no se te ocurre ninguna, puedes inspirarte en alguna de las que tenemos en nuestras cajitas ;)